Clásicos para la vida

Clásicos para la vida,Nuccio Ordine
Barcelona, Acantilado, 2017
Es la última publicación de Nuccio Ordine, un experto en Literatura italiana, que además de ejercer en su cátedra de Calabria, es reclamado por las más prestigiosas universidades para impartir conferencias y cursos extraordinarios. Ya algunas de sus obras anteriores, como La utilidad de lo inútil (Barcelona, Acantilado, 2013), le han proporcionado fama mundial.
El trabajo aquí presentado consta de dos partes: la primera, una lúcida introducción en la que expresa cómo es la obra, cómo la ha gestado y con qué objetivo; y la segunda, una selección de textos de varios autores a los que él va añadiendo sus propios comentarios e impresiones.
En la introducción nos explica que esta recopilación de textos corresponde a los leídos a lo largo de quince años en sus clases, durante media hora, un día a la semana. El objetivo que se había propuesto entonces, el de buscar el placer que ofrecen las obras por sí mismas y para entender mejor el mundo que nos rodea, parece haberse logrado con creces, pues ese día sus clases se llenaban no solo de sus propios alumnos, sino también de otros que cursaban enseñanzas muy alejadas de las Humanidades.
De ahí surgió la idea de incluir en el prestigioso diario Corriere della Sera, una columna con aquellas reflexiones. Y este libro compila los textos que durante un año vertió en ese diario con gran éxito. En sus propias palabras, se trata de reflexiones suscitadas por la lectura de los distintos fragmentos.
Ordine nos revela que solo ha pretendido rendir un homenaje a los clásicos en un momento difícil de su existencia. Pensando en el lector, generalmente un alumno, busca vencer su indiferencia y servir de acicate para llegar, a través de ese fragmento, a la lectura integral de la obra. Solo leyendo mucho y obras completas podrá un joven desarrollar su capacidad crítica y un juicio independiente que le servirá para crecer como persona y no quedarse en un mero sujeto de conocimiento muy especializado, pero sobre un único aspecto. Será la forma de vencer al utilitarismo y a la tentación de las ganancias rápidas. No porque estas sean perjudiciales por sí mismas, sino por el hecho de que sean el único objetivo que se marque un joven.
Los textos corresponden a ensayistas, filósofos, poetas, novelistas…todos ellos se encuentran entre los más granado y representativo que cabe imaginar para cada género literario.  Homero, Platón, Plauto, por citar a los clásicos de la Antigüedad, Gracián, Maquiavelo, Shakespeare, Cervantes, Montesquieu, Montaigne, Molière, Balzac, Flaubert, Goethe, Rilke, Yourcenar, Calvino, Cavafis, Pessoa… Citarlos a todos es fatigoso y conviene que el lector se sorprenda con el hallazgo de su autor favorito.
La lectura del libro se hace amena. Los autores no siguen un orden cronológico o de género, sino que van discurriendo amablemente a lo largo de las páginas. Cada texto aparece en su lengua nativa, lo acompaña una acertada traducción y finalmente, leemos a Ordine, que con la agudeza a que nos tiene acostumbrados, va forjando una idea, una pincelada, una reflexión sutil de lo expresado y en no pocas ocasiones, utilísimos consejos.
De entre la gran variedad de fragmentos, me quedo con aquel texto de Homero que no ha perdido un ápice de frescura. Ulises retorna y no es reconocido todavía en su palacio. Argos, su perro, ya muy viejo, pues han transcurrido veinte años desde la partida del amo a la guerra de Troya, comido por las pulgas y yaciendo en el estiércol, lo identifica. Ya casi moribundo y ciego, y con las pocas fuerzas que le restan, es aún capaz de menear la cola y agachar sus orejas. Lo que no ha podido la vejez y el maltrato, lo consigue el exceso de felicidad: derrumbarlo.
Otros textos me han emocionado también y otros más me han hecho reír, como en el Soldado fanfarrón de Plauto, el recuerdo de ese Pirgopolinices que tan jactancioso y pagado de sí mismo, cree ser un Apolo que cautiva a todas las mujeres, y que despierta cierta ternura pues no deja de ser un pobre diablo, un tipo necio y grotesco, burlado y víctima de su ignorancia.
Algunos pueden servir como referencia al docente que, como me consta después de tantos años, siempre aspira a superarse. Así, un texto de Giordano Bruno de La cena de las cenizas, es comentado por Ordine con gran acierto. A la hora de correr el palio en Siena no es necesario ganar, sirve también y de mucho haberse esforzado y haberlo hecho de manera honrosa y digna. Todos cuantos intervienen merecen honores. Así, digo yo, los alumnos que a pesar de no alcanzar las máximas calificaciones, ponen todo su empeño en el estudio, también son dignos de halagos y recompensas.
Otro más, me ha sobrecogido por su candente actualidad. Gracias al Orlando Furioso de Ludovico Ariosto, surge un comentario acerca del castigo infligido a las mujeres adúlteras. Ordine, a través de Rinaldo, personaje de la obra, aprovecha la ocasión para criticar a los machos violentos, que agrediendo a sus mujeres, se comportan peor que las bestias del reino animal, en donde los machos respetan a las hembras, poniendo como ejemplo a lobos, osos, leones y toros. El propio Rinaldo, con unos versos muy acertados, viene a afirmar que no cree que sea humano quien priva de la vida a las mujeres, sino más bien, un monstruo infernal. Y la obra es del s. XVI.
Son tantos los pasajes y las reflexiones que resulta difícil destacar uno. Aun así, cierro con esta reflexión que abre el libro, y con la que, dada mi vocación clásica como profesora de Latín, no podría estar más de acuerdo: “Si no salvamos los clásicos y la escuela, los clásicos y la escuela no podrán salvarnos”. Me reafirmo en el hecho de que su estudio y lectura detenida hacen de nosotros mejores personas y nos ayudan a entender e interpretar mejor el mundo que nos rodea. O para decirlo en palabras de Nietzsche: “renunciar a los saberes humanísticos significa renunciar al ejercicio de la crítica y a la búsqueda de la propia libertad” (p. 40). Lean Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal. Les sorprenderá.
Cristina González Díez
Dpto. Latín

No hay comentarios:

Publicar un comentario